Tres Zapotes, Veracruz-Llave, México

Son de Tres Zapotes

Procedentes del municipio de Tres Zapotes, Veracruz, este conjunto de niños y jóvenes busca preservar el estilo jarocho.

Por iniciativa del Ayuntamiento de Tres Zapotes, se formó un grupo de son para refrescar la música tradicional entre niños y jóvenes. El proyecto es dirigido por Miguel Ángel González, quien comenzó con 30 alumnos, que en su mayoría estaban allí porque querían salir de sus casas. Finalmente se quedaron quienes le «agarraron gusto a la música”, dice en entrevista.

Hablar de Son Jarocho es hablar de música de tradición, música con raíces; de tradición porque se trasmite de generación en generación, con raíces porque lleva en si misma una historia, una identidad cultural.

El estilo de Son de Tres Zapotes es difícil de definir, así también, es difícil de comparar con otros estilos. Son de Tres Zapotes es una combinación del Son Ranchero y el Son Contemporáneo.

Son de Tres Zapotes esta integrado por jóvenes y niñas de entre 7 y 18 años, dirigidos por el profesor Miguel Ángel González Guerrero de apenas 23 años. Inició como un proyecto musical en el año 2007.

Para la mayoría de ellos, en especial las más pequeñas no se percatan de las dificultades de éste género, para ellas el aprender es casi un juego, que realizan con su nueva familia como ellos la llaman, como niños que son no han logrado aún ser independientes, y llama la atención que en éste grupo los padres de familia juegan un papel muy importante siempre «tras bambalinas» asistiéndoles, apoyándoles y cuidándoles.

¿Quién los apoya en la comunidad?

El grupo subsiste principalmente por los padres de familia y el Ayuntamiento. Los papás hacen sus ahorros y compran los instrumentos de sus hijos. Actualmente usamos instrumentos de una calidad mediana, pero estamos reuniendo recursos para adquirir otros mejores. El Ayuntamiento nos ayuda con los transportes, hospedajes y otros gastos.

¿Cómo eligieron el repertorio?

Por estar enfocados a los niños escogimos sones muy dinámicos y con estribillos de juegos tradicionales porque se les hacen chistosos. Eso les facilita el aprendizaje. Al principio poníamos sones muy fáciles, pero luego de mucho tiempo de ensayo y estudio van aprendiendo piezas más complicadas.